Gnocchi paso a paso

Parece que esta vez ya viene el Otoño de una vez por todas. Lo sé porque, aparte del frío y las lluvias, me ha ido siguiendo un petirrojo todo el camino durante mi paseo setero de esta mañana. Bueno...lo de setero es un decir porque he vuelto a casa con la cesta completamente vacía. Que no digo yo que por la sierra ya haya de todo, oiga, pero en la dehesa hay que esperar todavía un par de semanas mínimo.

Así que pa qué engañaros jajaja...de vuelta entré por el típico súper que abre los domingos y compré una bandeja de champiñones, de esos que saben a cartón de toda la vida y así matar el gusanillo. Ay, qué vida tan dura!

GNOCCHI CON CHAMPIÑONES Y ALBAHACA

Ingredientes para los gnocchi:

1/2 Kg de patatas
2 yemas de huevo
1/4 de harina de trigo
Un poco de Grana Padano rallado (opcional)

Ingredientes para la salsa:

2 chalotas
1 diente de ajo
Champiñones
Un chorrito de nata líquida
Una nuez de mantequilla
Aceite de oliva
Un chorrín de vino blanco seco
1 ramillete de albahaca fresca
Pimienta negra
Sal

Hacemos la masa de los gnocchi de la siguiente manera: Cocemos las patatas con piel y todo en agua y sal. Cuando estén listas las sacamos, las pelamos y las aplastamos con ayuda de un tenedor. Añadimos las yemas enteras poco a poco y sin dejar de aplastar, podemos unir si nos apetece un poco de queso rallado (en este caso Grana Padano) y dejamos que se enfríe esta pasta. Cuando haya pasado un ratito, mezclamos la harina poco a poco sin dejar de amasar, añadiendo algo más de harina si vemos que se nos pega a los dedos, aunque con 1/4 es suficiente.

Y nos liamos a hacer los gnocchi cortando pequeños pedazos de la masa y haciendo una especie de churros con ellos. No os olvidéis de embadurnar la superficie con harina. Vamos cortando pequeñas porciones y con ayuda de un tenedor (o de una tablita especial para ello) y dándoles la forma  haciendo esas incisiones tan características que tienen.

Hay que estar un ratito haciéndolos o bien buscarse a alguien a quien previamente habremos engañado diciéndole que se lo va a pasar muy bien. Mientras tanto, nosotros podemos sentarnos a hojear alguna revista de cocina por eso de ir haciendo hambre o algún recetario, como este mismo de la marca Royal (Años 50) y que es un clásico para los coleccionistas.

Mientras terminamos los gnocchi, podemos ir haciendo la salsa de champiñones.

Ponemos una nuez de mantequilla en un cacito y cuando empiece a humear, añadimos un chorrito de aceite de oliva. Pochamos un par de chalotas y un diente de ajo muy picaditos y cuando estén listos añadimos los champiñones bien cepillados y laminados, aunque hay que reconocer que los comprados por no tener, no tienen ni tierra. Cuando veamos que empiezan a arrebatarse, regamos con una copita de vino blanco seco y dejamos reducir. Añadimos posteriormenteun chorrito de nata, una pizca de sal y otra de pimienta y dejamos que reduzca todo junto. Reservamos en templado y nos ponemos a cocer el agua para los gnocchi con un chorrín de aceite y una pizca de sal.

A saberse quién era Doña Camila Calleja de Ceballos. Alguien de la alta sociedad de la época, es de suponer. Yo me la imagino con estola de armiño al cuello, postulando el día de la banderita con amigas de nombres como Cuqui, Cari o Pitita y organizando un nuevo rastrillo de la Beneficencia. Me declaro fan de Doña Camila desde ya!

Que no se me pongan criticones los entendidos de la pasta con que si no hay que añadir aceite, que si no se añade laurel que si blablabla...así están igual de ricos o más jajajaj y además, probablemente esta no sea ni la receta genuína para hacerlos. Estos son los que se han hecho toda  la vida en mi casa y que compartirán cantidades y manera con muchos de los que los hagáis también... o no...quién sabe jajaj

El truco de cocerlos: Se echan en la cazuela cuando el agua rompe a hervir y nunca antes y debemos sacarlos con ayuda de una espumadera en el mismo momento en que suben a la superficie. Véase la foto.

El recetario incluye dulces de todo tipo, desde el archifamoso Roscón de Reyes hasta la receta básica para los muffins, la cual ya he probado con gran orgullo y satisfacción, pero se acabaron antes de que pudiera hacerles foto. Prometo repetir y colgarlos.

Próximamente en sus pantallas otro testimonio gastronómico-culinario en forma de joya de papel y que sé que a los lectores salmantinos sensibles les va a gustar especialmente. No me pierdan de vista.

Montamos el plato colocando unos gnocchi y salseando con la maravilla de mezcla de los champiñones y la crema. Regamos con un hilillo de aceite de oliva en crudo y colocamos unas hojas de albahaca fresca para darle aroma y volumen al plato.

**// El Pick-Up de Cabriola- EL VENDEDOR DE MELONES

de las Hermanas Benítez