lunes, 13 de agosto de 2012

LA receta


Siempre ha existido en mi familia cierto pique con una, digamos, parienta lejana, la cual suele compartir a regañadientes unas recetas de cocina un tanto peculiares.
Éstas suele venir de fábrica con la particularidad de tener "misteriosamente" algún fallo bien en la medida de las cantidades, bien en la omisión directa de alguno de sus ingredientes cruciales, o directamente una combinación de estas dos últimas situaciones.
Recuerdo, cuando era niña, haber escuchado hablar de que sus rosquillas fritas eran famosas en media comarca del Abadengo salmantino, un mito que se me cayó a los pies, el día en que, ya de mayor, tuve la oportunidad de meterle mano a aquel mastuerzo de medio kilo, con el que casi perdí todos los empastes de una vez y fue el culpable de que estuviera a base de manzanilla los posteriores dos días.

Me pregunto qué extraña maquinación se encuentra detrás del hecho de dar mal adrede una receta...y más cuando, después de probarla, te das cuenta que esa fama es imposible de explicar.

OJO, que también hay ángeles de la guarda por el mundo que te abren de par en par las puertas de sus secretos culinarios sin pedir nada a cambio...como me pasó hace dos veranos, cuando tuve la gran suerte de conocer no una receta de rosquillas más...no....sino LA MEJOR receta del mundo mundial. Garantizada!, y con todos y cada uno de sus ingredientes!
Han tenido tanto éxito las veces que las he hecho que no he podido por menos que bautizarlas con el cañí nombre de su benefactora jajaj... vayan, por lo tanto, especialmente dedicadas al público lector argentino....


ROSQUILLAS FRITAS CONCHITA



Ingredientes: Ralladura de un limón, 4 huevos, 1 taza (de desayuno) de aceite de girasol (con oliva no salen igual, que ya lo he probado), 1/4 de azúcar (250g), 2 copitas de anís, 1 copita de cognac, 2 sobres de levadura y harina "la que admita"   (es casi el Kg entero)


El Restaurante en Casa. Manual de Cocina Práctica. F. Sefaya. 1942
(Colección personal)


 Modo de hacerlas: Se baten las claras un poco, pero sin que lleguen a estar a punto de nieve. Se le añaden las yemas, una por una, la ralladura del limón y el azúcar. Se baten bien con ayuda de una cuchara de madera o varillas hasta que veamos que la mezcla empieza a emulsionar y a convertirse en una especie de crema clara.
Se le añaden 1 copita de coñac (importante que sea coñac, con otro licor NO quedan igual, que también lo he probado) y 2 copitas de anís.
Antes de cerrar la botella del anís, conviene que el o la cocinillas le dé un buen lingotazo. Acompañará este momento tan íntimo con una cuchara de metal, la cual frotará contra las paredes de la botella al son de cualquier canción de folclore tradicional. Este hecho suele llamar especialmente la atención de los familiares más cercanos, que suelen ir raudos y veloces a quitarle al cocinero la botella de las manos y poner fin a la performance con un

--Basta ya de anís, por hoy!!! Qué dirán los vecinos!!

En ese preciso momento, y no antes, debemos ir tamizando la harina, junto con la levadura y con ayuda de la cuchara siguiendo movimientos circulares envolventes, ir añadiendo harina poco a poco hasta que veamos que tenemos una masa manejable. NO TIENE QUE QUEDAR DURA.
Dejamos reposar media hora la masa, tapada con un paño seco y procederemos a la sesión rosquillil, haciendo unos churros largos en una mesa con ayuda de las manos. Vamos cortando pedazos y uniendo los dos extremos dándole la forma caraceterística redonda y cuando esté el aceite (girasol también, importante) humeando, las vamos sumergiendo y dándoles la vuelta contínuamente con ayuda de un palito (el mango de la misma cuchara de madera nos puede servir)
Atención: el aceite debe estar humeante, pero debemos bajarlo más o menos al 7, y no parar de darles vueltas contínuamente. De esa manera se nos van a ir haciendo de manera uniforme tanto en el interior como por fuera.
Sacamos, dejamos enfriar y las pasamos por un cuenco con azúcar. Y listas para consumir. Se recomienda guardarlas en una lata para que se conserven mejor....si duran! 



**//El Pick-Up: 60's MAGAZINE ADVERTS (lounge edit)


12 comentarios:

Alida dijo...

They look divine these little fried treats, yum! Great post.

JUEGO DE SABORES dijo...

Me he copiado tu receta con la esperanza de que no te hayas olvidado algún ingrediente je je je.
Besos

JUEGO DE SABORES

Labidú dijo...

Jejeje!!!!Me río con ganas, conozco yo a quién se toma esos lingotazos, jeje, pero bien generosos!!!! Y por desgracia `la parienta´ es frecuente, me da pena. Pero bueno, siempre hay buena gente y para muestra estas rosquillas, tienen una pinta estupenda Cabriolilla. Me llevo la receta para el invierno que en casa nos gustan un montón ( Por cierto, mira cuando puedas, si quieres, las que tengo publicadas `rosquillas de san Bartuelo´ son una receta centenaria de mi familia y te pueden gustar) Y te digo otra cosina, la tarta de avellana es muy dulce, con poca cantidad basta, si te decides a prepararla prueba con la mitad de ingredientes, yo soy muy llambiona y con un trocín me bastó. Y bien fría. Bueno guapina, menudo testamento que te dejo, jeje. Besinos, me llena de alegría leerte, gracias por tu buen humor.

Labidú dijo...

¡Se me olvidaba decirte que me encanta el libro!!!! Me apasionan los libros antiguos de cocina, me parece que ya te lo dije. Tienes una buena colección. Hala, voy a copiar la receta. Besinos.

María dijo...

Pues gracias a DIos que no te pareces en nada a esa parienta lejana, por que estas rosquillas tienen que estar deliciosas, y con todos sus ingredientes como Dios manda, gracias a Conchita y a ti. Mil besicos guapa

Doris mis cosillas dijo...

Muy ricas si señor, en casa gustan mucho.Me he reído un montón con tu entrada jjjjj.Besos

Mar dijo...

Estas recetas son las que más me gustan...es verdad que hay "parientas" y "parientes" que nunca te dan la receta exacta por mucho que les digas que no te han salido bien con las medidas que te ha dado....en fin...hay muchos así.
Ya sabes que estoy de vacaciones y casi sin conexion a internet....a ver si me da tiempo a enviarte este post y a meter en favoritos la receta porque caerá an algún momento cuando vuelva a los fuegos...
Un besote muy fuerte,
La cocina de Mar
htpp://la-cocina-de-mar.blogspot.com

Olivia dijo...

Maravillosas rosquillas de Conchita!

Mariluz Piñeiro dijo...

Ay qué ver, con el placer que a mí me produce compartir recetas que salen y el gusto que da ver que luego los demás las prueban y les gustan...No comprendo a esa gente tan egoista!!!
Estas rosquillas son una delicia, viciosas, para no poder parar, con ese aroma a anís, se me hace la boca agua...

Qalamana dijo...

Uuuys, qué ricas!!! Hace siglos que nos las hago...

Un saludo!

Anónimo dijo...

Que pinta!!!! aunque me parece que habrá que esperar a la temporada de ocultar tras abrigos, capas, los resultados. Eso pasa si uno no tiene muy claro tomar solament una o dos.. El libro ya es que me chifla. Que portada!!! que gustazo andar por esas páginas.. seguro que como un kindle de esos. Igual hasta con un vinito van y pasan. Muy graciosa la anécdota. Que curioso es lo que magnificamos de la infancia y después nos lleamos el chasco.
bss. IsaMadrid.

Chica arroz dijo...

Tienen una pinta tremenda! Ideales para acompañar al mate no???